Mi nombre es Andrea, soy una mujer que nació en México hace 54 años. La vida y mi curiosidad me han llevado a recorrer varios senderos, dejándome en un espacio laico y libre. Mi pasión: los seres humanos y nuestra capacidad de transformarnos a cada momento. Creo absolutamente en el cuerpo, su sabiduría, sus lenguajes ocultos y misteriosos; y el regalo del sentir donde todas convergemos. Veo nuestro mundo interno como un ecosistema dónde los elementos (tierra, agua, fuego y viento) danzan continuamente buscando el equilibrio. Me gusta habitar espacios donde caben múltiples perspectivas y son escuchadas con respeto. He encontrado en el movimiento una forma orgánica de regularnos y desbloquear áreas que solo necesitan una escucha cálida. Me gusta lo simple, estoy convencida que es de igual importancia cocinar una sopa, que graduarte en la universidad, si lo realizas con total entrega. La vida me ha enseñado que ritualizar los momentos cumbre de nuestra existencia, nos regalan el encuentro donde nuestra psique, corazón e instinto se amigan… Mi escucha se ve atraída a temas prohibidos y tabúes, dónde el no juicio se convierte en compasión y aceptación. Respeto los duelos y las muertes en vida, viendo en ellas espacios fértiles de autoconocimiento, liberación y auto cuidado. Encuentro en el humor el componente mágico para suavizar verdades duras. Mi compromiso es mantener una mente de principiante dando espacio a lo nuevo, a lo desconocido y la capacidad de sorprendernos con lo grandioso de lo pequeño. Amo las flores, los aromas, trabajo con los humos, las esencias, la danza, lo sueños y el poder sanador del contacto.